La gestión del espacio suele ser un factor crítico en los almacenes. No se trata solo de tener espacio suficiente cuando se producen picos de demanda y entran más mercancías de las habituales, sino de cómo se distribuyen estas mercancías para que su localización y acceso sean lo más eficientes posible.
Por ello, el layout de un almacén es fundamental para la gestión logística de una empresa. De forma muy resumida, define la distribución del espacio y la elección de elementos físicos como pallets, estanterías y carretillas elevadoras. También contempla zonas clave como recepción, almacenamiento y salida. Existen diferentes tipos de layout según el tipo de almacén.
¿Qué es un layout de almacén?
Un layout de almacén es la distribución planificada que define la estructura y organización física del espacio disponible, para optimizar su uso y mejorar la eficiencia en la gestión logística.
Ventajas de un layout de almacén planificado
El layout de almacén juega un papel fundamental en la gestión logística de una empresa. Una distribución eficiente y bien planificada permite un mejor control y manipulación de la mercancía. Entre las principales ventajas se encuentran:
1. Reducción del tiempo de búsqueda y recorrido.
2. Reducción del riesgo de daños, pérdidas o errores en la gestión del inventario.
3. Mejora en el acceso a los productos almacenados, agilizando las operaciones de carga y descarga, mejorando así los tiempos de entrega.
4. Mayor flexibilidad para adaptarse a cambios en la demanda.
5. Mayor control general y un mejor seguimiento de las existencias.
Zonas clave en el diseño del layout
Es importante identificar y organizar diferentes zonas que desempeñarán un papel específico en el proceso logístico. En general, para un correcto funcionamiento es imprescindible que existan estas cinco zonas diferenciadas en el almacén.
1. Zonas de carga y descarga
Las zonas de carga y descarga son las puertas de entrada y salida de cualquier almacén. Un diseño inteligente en estas áreas no solo acelera el flujo de productos, sino que también minimiza los tiempos de espera. La implementación de accesos amplios y sistemas de muelles eficientes facilita la descarga y carga simultánea, reduciendo los cuellos de botella y mejorando la eficiencia general del proceso logístico.
2. Zona de recepción
La zona de recepción es el punto de entrada de los productos al almacén. Un diseño óptimo en esta área agiliza el proceso de inspección y registro, permitiendo una rápida integración de los productos al inventario. La implementación de tecnologías como la identificación por radiofrecuencia (RFID) puede mejorar la precisión y velocidad en la recepción de mercancías, contribuyendo a una gestión de inventario más eficiente.
3. Zona de almacenaje
El alma de cualquier almacén reside en la zona de almacenaje. Un layout estratégico aquí maximiza la capacidad de almacenamiento y facilita la ubicación y recuperación de productos. El uso de sistemas de almacenamiento vertical, como estanterías inteligentes y racks, optimiza el espacio disponible, permitiendo un acceso fácil y rápido a los productos almacenados. La clasificación inteligente y etiquetado claro contribuyen a reducir errores y aumentar la velocidad en la preparación de pedidos.
Normalmente, en la zona de almacenaje encontramos dos tipos de almacenamiento:
Almacenamiento en pilas
El almacenamiento en pilas es el que se realiza colocando la carga una sobre otra. Únicamente el palet es el que da soporte a la estructura. Tiene como principal ventaja el mejor aprovechamiento del espacio, debido a que no se crean posiciones sin usar. No todos los materiales pueden ser almacenados así y se ha de tener en cuenta que, incluso aquellas mercancías que sí lo admiten, tienen una altura máxima de apilamiento.
Por contra, la gran desventaja del almacenamiento en pilas es que no permite a ningún usuario acceder a la carga sin desmontar previamente la pila que exista encima de ella. Este tipo de apilamiento suele ser utilizado con dos tipos de carga principalmente:
- Carga de gran resistencia interna, como podrían ser ladrillos, bloques de hormigón, etc. permiten ser almacenados de forma directa sin ningún tipo de riesgo.
- Carga en envases rígidos, como las cajas de cartón, de madera o de plástico, pueden ser apiladas de esta forma sin problemas, aunque se ha de considerar la resistencia del material de la caja para poder calcular su capacidad de apilamiento.
Almacenamiento en estanterías
Se trata del almacenamiento más frecuente en almacenes logísticos. El almacenamiento en estanterías consiste en la colocación de estructuras metálicas formadas por largueros debidamente arriostrados. Estas estructuras metálicas de tipo multicelular, generan unos huecos en donde se pueden depositar las unidades de carga. La configuración y disposición de las celdas (o alvéolos) pueden variar para acomodarse a distintas necesidades.
4. Zona de preparación de pedidos
Una eficiente zona de preparación de pedidos es esencial para satisfacer las demandas del cliente de manera oportuna. Para ello, es necesario un diseño que minimice la distancia de recorrido y facilite la agrupación de productos, lo que mejora la velocidad de preparación de pedidos. La implementación de tecnologías como sistemas de gestión de almacenes (WMS) y picking por voz agiliza aún más este proceso, reduciendo los errores y mejorando la precisión en el envío de productos.
5. Zona de expedición
La zona de expedición es la última etapa antes de que los productos lleguen a sus destinos finales. Un diseño eficiente aquí asegura la coordinación fluida entre la preparación de pedidos y la entrega. La implementación de sistemas de escaneo y etiquetado automático garantiza la correcta identificación de los productos y evita errores en la carga de los vehículos de transporte.
Zonas de personal o servicios
Una zona del almacén que con frecuencia es relegada a un segundo plano es aquella destinada a los servicios generales del propio almacén. Hablamos de actividades como gestión administrativa, los aseos, vestuarios y carga de maquinaria y otros elementos imprescindibles.
La oficina de control debe estar situada en la zona de recepción y expedición para agilizar los procesos de entrada y salida, que normalmente pasan por este departamento. Si hablamos de vestuarios, aseos y oficinas generales, la ubicación a prior más razonable es en las cercanías de las oficinas de control. Con frecuencia observamos una planta construida sobre la zona de recepción y expedición para instalar estas dependencias.
Otros elementos clave en el layout de un almacén
Durante el diseño del layout de un almacén, existen otros elementos que también juegan un papel fundamental en la eficiencia de la gestión logística:
- Distribución y aprovechamiento del espacio: Es necesario planificar de manera estratégica la ubicación de estanterías, pasillos y áreas de trabajo para maximizar el espacio disponible. Además, es fundamental tener en cuenta la correcta disposición de los productos y la implementación de sistemas de almacenamiento eficientes.
- Elección de elementos físicos: pallets y estanterías. La elección adecuada de los pallets, teniendo en cuenta su resistencia y características, así como el tipo de estanterías, considerando la capacidad de carga y accesibilidad, contribuyen a una mejor organización y aprovechamiento del espacio.
- Selección de carretillas elevadoras: Dependiendo de la disposición de los pallets, el tipo de estanterías y la mercancía a manipular, se deben elegir carretillas que se adapten a las necesidades específicas de cada almacén. Es importante considerar aspectos como capacidad de carga, tamaño, maniobrabilidad y tipo de destreza requerida.
Hay muchos factores que influyen en la eficiencia de la cadena logística, pero el layout del almacén es quizás uno de los más importantes, ya que es uno de los puntos donde confluyen los diferentes productos o materias para su distribución.