La logística necesita optimizar constantemente su distribución, para gestionar de forma eficiente el creciente número de referencias y pedidos —como ya hemos comentado en más de una ocasión, el e-commerce ha revolucionado no solo las compras del usuario final, sino toda la cadena de suministro. Una de las estrategias logísticas que se aplican para ahorrar costes y ganar rapidez en la distribución es el cross-docking. ¿En qué consiste exactamente?
Si analizamos el término, ya nos da una clara indicación: «cross the docks», literalmente, cruzar los muelles del almacén. Así, el cross-docking consiste en preparar los pedidos de forma que la mercancía que llega se envíe directamente al cliente sin necesidad de almacenarla, ya que la distribución se activa cuando hay una demanda.
Algo tan sencillo como traspasar la mercancía de un camión a otro en el muelle de carga. En el caso del cross-docking directo, la mercancía ya viene separada y solo hay que traspasarla; en el cross-docking indirecto, sí que pasa por un proceso de picking para redistribuirla, pero no de almacenaje.
De entrada, podemos ver algunas claras ventajas de este sistema: ahorro de espacio y más rapidez en la distribución; sin embargo, hay que tener en cuenta que se necesitará un sistema de seguimiento altamente eficiente, ágil y, sobre todo, interconectado con los diferentes actores de la cadena de suministro. Vamos a analizarlas con más detalle:
Ventajas del cross- docking
- Es un sistema de distribución más eficiente y productivo, por no tener fase de almacenaje.
- También es un sistema más rápido, especialmente el cross-docking directo.
- Permite reducir costes de almacenaje, manipulación, reubicación de la mercancía, personal de almacén…
- Se reducen los errores asociados al almacenaje y los problemas de falta de rotación de productos y posible deterioro en el caso de mercancías perecederas.
Desventajas o riesgos del cross-docking
- Requiere una coordinación y planificación muy precisas entre todos los agentes implicados en la cadena de suministro. Por ejemplo, es imprescindible un SGA interconectado con las diferentes partes para tener información actualizada y en tiempo real del estado de las operaciones.
- Si la sincronización no es perfecta, se puede producir un cuello de botella que elimina las ventajas de este sistema.
- Hay menos margen para los errores, por lo que el control de calidad debe ser rápido y eficiente.
- Requiere una mayor inversión en efectivos de transporte y, en función del almacén, en adaptar el espacio para hacer posible el cross-docking de forma eficiente.
Tipos de cross-docking
El cross-docking es un sistema muy útil cuando la empresa necesita reducir los tiempos de entrega (como en el caso de e-commerce o de mercancías perecederas), gestionar volúmenes elevados de mercancías que tienen una demanda estable, o reducir los costes de almacenaje. ¿De qué formas se puede llevar a cabo este sistema?
- Cross-docking predistribuido o directo: La mercancía se prepara en origen, en función de la demanda. El almacén simplemente recibe y redistribuye los paquetes, sin apenas intervención por parte de los trabajadores.
- Cross-docking consolidado o indirecto: En este caso, sí que se manipulan las mercancías al llegar al almacén, es decir, pasan por un proceso de picking, pero no de almacenaje.
- Cross-docking híbrido: Es un sistema más complejo y flexible, que consiste en combinar en la zona de preparación de pedidos las mercancías recibidas en cross-docking con las ya almacenadas. Es el tipo que requiere una coordinación más precisa.
Podríamos decir que el e-commerce ha sido el gran impulsor del cross-docking, aunque para otros sectores como el alimentario y el farmacéutico está resultado un método más eficiente que la distribución tradicional. Sin embargo, el cross-docking no sería posible sin la tecnología actual, es decir, un SGA que permita el alto grado de coordinación necesario entre las diferentes partes implicadas la cadena de suministro.