Una de las funciones más importantes de un software logístico es la trazabilidad de los productos, es decir, controlar con precisión dónde están las mercancías a lo largo de toda la cadena de suministro. De hecho, la trazabilidad abarca todo el proceso desde la materia en origen y su procesado, fabricación o elaboración, hasta que el producto llega al cliente final.
La trazabilidad es un proceso cada vez más indispensable, ya que por una parte la mayoría de empresas incrementan constantemente sus referencias, y por otra la operativa logística es cada vez más compleja, debido al aumento de las compras online y al alcance global del comercio y la fabricación. Por ello, es esencial contar con un sistema que permita controlar el producto a lo largo de toda la cadena, y que tenga en cuenta a los diferentes agentes (fábrica, almacén, transporte y distribución…), así como la información que deben poner en común.
¿Qué nos aporta un sistema de trazabilidad?
El control de las mercancías va más allá de su posible pérdida o de la optimización de la distribución. De hecho, en algunos sectores como el alimentario o el farmacéutico es incluso obligatorio tener un sistema de trazabilidad que garantice la calidad y el buen estado de los productos durante toda la cadena de suministro.
Por otra parte, gracias a un preciso control de la mercancía, se reduce el número de errores y los costes económicos y de reputación asociados a estos errores, ya que podemos saber en cada momento cuándo se produce la entrada o la salida de los productos, y dónde están ubicados. Así, evitamos por ejemplo retrasos en la entrega o que los productos perecederos se estropeen.
Datos más relevantes de un sistema de trazabilidad
De toda la información de trazabilidad que nos puede proporcionar el sistema, estos son los datos clave:
- Control de lotes. En general, los productos no se controlan de forma independiente, sino por lotes, o más exactamente, por el número de lote que se les asigna al fabricarlos.
- Control de caducidad. Este dato es crucial en las materias perecederas, e incluso obligatorio en sectores como el alimentario o el farmacéutico, donde la caducidad afecta la calidad del producto.
- Identificador de proveedor. Otro dato importante es identificar el origen de la mercancía, es decir, de qué proveedor proviene. Por ejemplo, si se detecta algún problema o incidencia con algún lote, se debe poder comunicar al proveedor por si afecta a otros lotes distribuidos.
- Matrícula de palet. Este dato nos sirve para tener controlado el stock en todo momento. La más conocida es la SSCC —Serial Shipping Container Code—, un estándar logístico que identifica cada unidad de transporte o almacenamiento. Por ejemplo, este código nos permite bloquear palets y que todos los usuarios de la cadena de suministro lo eliminen del stock disponible.
El ejemplo de la trazabilidad en alimentación
Quizás el sector donde se pone de manifiesto de forma más clara la necesidad de un sistema de trazabilidad completo, preciso y fiable es en el alimentario. Eso sin tener en cuenta que es obligatorio según el Reglamento (CE) n° 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo.
De acuerdo con este reglamento, «es por tanto necesario establecer un sistema exhaustivo de trazabilidad en las empresas alimentarias y de piensos para poder proceder a retiradas específicas y precisas de productos, o bien informar a los consumidores o a los funcionarios encargados del control, y evitar así una mayor perturbación innecesaria en caso de problemas de seguridad alimentaria.»
De forma simplificada, se debe poder rastrear desde el origen hasta el destino final un alimento, para poder garantizar no solo su calidad, sino evitar problemas de seguridad alimentaria.
Podríamos afirmar que, hoy en día, no se entienden la distribución logística y el almacenaje sin un correcto sistema de trazabilidad. Sin embargo, es importante escoger un software que cuente con un sistema adecuado, que se integre correctamente con nuestra base de datos y con los de otros agentes implicados en la cadena de suministro, y que nos proporcione la información necesaria en tiempo real, como por ejemplo la suite APPIA®, que ofrece el máximo control sobre el stock y su trazabilidad.