La tecnología, y en concreto la inteligencia artificial y el Big Data, están cambiado radicalmente la forma en la que entendemos la logística. Aunque muchas de las aplicaciones de IA a la logística son todavía incipientes, ya no hay ninguna duda de que esta tecnología acabará consolidándose y, en gran medida, siendo una de las palancas transformadoras del sector.
¿Por qué es posible hacer esta afirmación tan categórica? Una de las principales ventajas de la inteligencia artificial es que permite dar respuesta precisamente a los retos a los que se enfrenta este sector con el auge del e-commerce, el aumento de los costes de distribución y de almacenaje, y la creciente complejidad de la cadena de suministro, especialmente en la llamada “última milla”, donde se concentran la mayoría de costes e incidencias de las entregas y devoluciones.
El sector logístico necesita herramientas cada vez más sofisticadas, complejas y precisas para optimizar su actividad, y mejorar la rentabilidad y la eficiencia en todos los puntos del proceso. Y ahí es precisamente donde entra en juego la IA.
¿Qué aporta la inteligencia artificial a la logística?
En primer lugar, hay que remarcar que inteligencia artificial y Big Data van de la mano, por lo menos en lo que respecta a los beneficios para el sector logístico. Así, la inteligencia artificial nos permite disponer de suficientes datos en tiempo real para tener una perspectiva detallada y completa de la realidad de la cadena de suministro. A partir de aquí, no solo podemos tomar decisiones estratégicas sobre lo que está pasando, sino quizás el aspecto más importante, podemos predecir con una increíble precisión el comportamiento de los mercados, las incidencias, los picos de demanda, las estacionalidades…
De forma muy simplificada, podríamos decir que la principal aportación de la IA a la logística está siendo su capacidad de análisis predictivo, que permite anticiparse a los cambios e imprevistos, y por lo tanto mejorar la eficiencia de toda la cadena de suministro.
Beneficios de la inteligencia artificial en logística
Según un estudio de McKinsey & Co., la logística es el segundo sector a nivel mundial que más se puede beneficiar de la IA, solo por detrás del sector turístico: Su potencial de mejora en la eficiencia del sector es del 89%. ¿Cuáles son los principales beneficios que puede aportar?
- Mejora de la eficiencia.
- Incremento de la productividad.
- Reducción de los errores e imprevistos.
- Ahorro de costes.
- Mejora del entorno laboral.
- Mejora de la relación y la comunicación entre proveedor y cliente, y entre este y su cliente final.
Sin embargo, solo un 21% de las compañías han integrado automatización por IA en su negocio a gran escala, lo que implica que queda mucho margen para la mejora.
Aplicaciones de la inteligencia artificial a la logística
La inteligencia artificial tiene infinidad de aplicaciones en múltiples sectores, incluida la logística, y seguramente muchas de ellas ni se han empezado a explorar. Aquí recogemos algunos de los ejemplos más extendidos, que empresas logísticas pioneras ya están implementando:
1. Almacenes automatizados
La IA, combinada con otras tecnologías como los softwares de gestión de almacén y la robótica, permite optimizar la gestión del almacén automatizando tareas como el transporte, la colocación o el picking de las referencias que se reciben.
2. Agilización de la cadena de suministro
Respecto a la cadena de suministro, la IA también automatiza procesos como la gestión del stock, y por supuesto permite la trazabilidad del producto en tiempo real. También se puede aplicar para digitalizar tareas, por ejemplo, aplicando el procesamiento de lenguaje natural a la lectura de facturas, números de albarán, packing lists…, lo que agiliza enormemente el papeleo en la recepción y expedición de mercancías.
3. Coordinación del transporte
Otro de los usos más extendidos de la IA en logística es la optimización de las rutas de transporte, tanto en la organización inicial como en tiempo real, evitando a los transportistas rutas que presentan incidencias y ofreciendo alternativas óptimas para realizar entregas más rápidas. Esto también permite ser más eficientes en el consumo de combustible, y por lo tanto reducir tanto los costes como el impacto medioambiental del transporte.
Así, ya no parece ser una cuestión de si la inteligencia artificial se aplica en logística o no, sino de cuándo. Debemos aprovechar al máximo los datos disponibles, asegurarnos de su calidad, y contar con sistemas que nos permitan sacar el máximo provecho a esta información. Como dijo Lisa Joy, «hoy en día, la idea de la IA ya no es ciencia ficción, sino un hecho científico».
